Lecturas que arrojó la elección del 7 de mayo en San Fabián de Alico / Columna de opinión


 Jorge Muzam

Fue una votación para elegir consejeros constitucionales, pero tal como sucede con la mayoría de los procesos eleccionarios, se convirtió en paralelo en una medición de fuerzas políticas, en una vitrina para que la ciudadanía exhiba sus prioridades y también su disconformidad representada en el voto castigo. 

Hubo claramente un reordenamiento de las fuerzas políticas del país, incluyendo el mensaje ciudadano que representan los más de dos millones seiscientos mil votos nulos y blancos, y los aproximados tres millones que, por distintas razones, no votaron.

En el ámbito local, el reciente proceso eleccionario explicitó con claridad, gracias al voto obligatorio, la actual sensibilidad política de la comunidad sanfabianina. En lo medular no nos diferenciamos respecto a lo que pasó a nivel nacional.

El Partido Republicano se transforma en la principal fuerza política de la comuna. Justo es reconocer que dentro de esta coyuntura nacional, el candidato republicano sanfabianino, Abraham González Olave, alcanzó la histórica cifra de 24.426 votos en la región de Ñuble. 

Otro partido que no salió mayormente afectado en este reordenamiento político  fue la UDI, que sumando lo conseguido por sus dos candidatos, logró 521 votos.

La Democracia Cristiana, PPD y Renovación Nacional, que durante décadas fueron los partidos más fuertes en la comuna, esta vez vieron caer su votación a un nivel irrisorio, dejando de manifiesto la aparente obsolescencia de su discurso a nivel país, así como el escaso o inadecuado trabajo realizado por sus representantes locales.

Evópoli, que en elecciones anteriores bordeó los 180 votos, esta vez no pudo reflejar su fuerza a través de un candidato propio, así que no hay forma de saber hacia dónde se fueron sus votos, aunque muy probablemente fue a los republicanos que fueron los únicos que crecieron exponencialmente.

El Partido de la Gente, que se pronosticaba como una de las fuerzas que pisaría más fuerte, no despertó mayor adhesión en la comunidad local, alcanzando con sus 189 votos un magro 5,68%

Convergencia Social, para ser un partido nuevo y sostén del actual gobierno de Gabriel Boric, no sale tan mal parado con los 229 votos conseguidos.

Llama la atención el Partido Comunista, pues desde 1990 su votación en San Fabián oscilaba la decena de votos en cada elección. Y esta vez subió a 176.

El voto nulo, por su parte, que sumó 857 preferencias, superó a la media nacional con un respetable 19,46%. Claramente fue un voto protesta lejano en su mirada al voto protesta que se sumó al Partido Republicano. Por esto, en la elección municipal de 2024 podría sumarse en cantidad significativa al candidato que represente a las fuerzas progresistas de la comuna. Pero todo dependerá de quien sea, qué proponga y cómo desenvuelva su campaña. 

Y aunque no se vea claramente reflejado en los resultados, debe considerarse siempre a los sectores ambientales, que en San Fabián son fuertes y numerosos, y cuya votación se ha volcado históricamente hacia los partidos progresistas.

Tal como en el resto de Chile, las fuerzas progresistas no se han recuperado de la fuerte derrota del plebiscito anterior, refrendada por la reciente elección. Desbandada de fuerzas, que no obstante el sinceramiento que proporcionó el voto obligatorio, suma un nada despreciable 38% del electorado, pero que al estar conformado por tantas facciones (muchas de ellas profundamente distantes entre sí) no han logrado unificar una respuesta o rediseño de cara al nuevo escenario.

El voto obligatorio sumado a un conjunto de coyunturas nacionales acicateadas por los medios, sinceraron un sentir ciudadano mayoritariamente proclive a una forma de hacer política propia de la derecha dura. Sea esta forma real, meramente discursiva o abiertamente engañosa, con todas sus subjetividades aparejadas. Porque otra cosa es con guitarra, y de tener la derecha dura el futuro control del gobierno, la misma ciudadanía que ha creído en ellos como posibles restauradores de su sensación de seguridad, vería rápidamente defraudadas sus esperanzas al ver que las cosas seguirán igual o peor. La bukelización del discurso político es un recurso que está usando la derecha extremista en gran parte del mundo, y que si bien rinde suculentos réditos eleccionarios, resulta impracticable es un Estado de verdadero derecho. 

La victoria republicana también confirma el éxito de los dos grandes consorcios de prensa, fuertemente ideologizados, que jugaron todas sus cartas de manipulación mediatica y han sabido imponer una incontrarrestable agenda informativa. Aunque esto más bien forma parte de los relieves más oscuros de la condición humana. Sea quien sea que tenga el poder real, lo utiliza a su favor sin ningún escrúpulo.

El poder que abruptamente quedó depositado en manos del Partido Republicano les trae aparejada una enorme responsabilidad. Pues ya no podrán actuar como una afiebrada oposición al gobierno, con un discurso obsoleto y muy primario, basado en un aterrador fantasma comunista, que la humanidad occidental culta superó hace más de cincuenta años. Tendrán que controlar a sus huestes más extremistas, que tienen bastante en sus filas. Deberán moderar su discurso e integrar las visiones de una sociedad muy diversa para que el proceso constitucional que está enteramente en sus manos llegue a buen puerto. 

Estamos, por otro lado, a un año de la elección municipal donde se renovarán alcaldes y concejales. En ese contexto, lo reflejado en el proceso del pasado domingo 7 de mayo, deja, al menos hasta el momento, con un amplio margen de maniobra al Partido Republicano, quien podría instalar sin mayores problemas a un alcalde de sus filas o de quien cuente con su apoyo, y junto a ello también incidir fuertemente en la conformación del futuro concejo municipal.

Aunque todo dependerá de lo que suceda de aquí a diciembre, cuando la ciudadanía deba aprobar o rechazar la propuesta constitucional con impronta republicana. Según el manejo y resultado de ese escrutinio, el Partido Republicano podría asegurarse la próxima presidencia de la República, o bien derrumbarse estrepitosamente, sumándose a la caterva de agrupaciones políticas caídas en desgracia.

Paradógico camino le ha deparado el destino al Partido Republicano, por cuanto ellos no estuvieron en su inicio de acuerdo con el actual proceso constituyente. Su opción, como pinochetistas autoreconocidos y orgullosos, siempre fue que continuara inalterable la constitución de 1980. Pero al ganar abrumadoramente la elección del 7 de mayo, les cayó una papa caliente en las manos, pues deben llevar un proceso complejísimo a buen puerto, queriendo, en su esencia como partido, conservar la antigua constitución, y a la vez, conducir un proceso conducente hacia una nueva constitución, que sea moderna, integradora y aceptada por la mayoría de los chilenos. En este tránsito pueden ganar mucho o perder la mayor parte de su capital político. Sin duda, quienes les pondrán más piedras sutiles en el camino serán los propios partidos aliados de la derecha, que no se resignan a haber perdido tan abruptamente la primacía del sector.

San Fabián vivirá una dura contienda preelectoral en los próximos meses. Y hasta podríamos decir que ya se está viviendo. Alineación de fuerzas. Comandos informales. Aventuras personales. Tanteos por aquí y por allá. Definición de candidatos más competitivos, que según lo que se vislumbra actualmente no serían más de tres. No cabe duda que la contienda estará fuertemente condicionada por el arranque del Punilla y la construcción del alcantarillado, que complejizará las campañas y dispersará en buena medida el interés del electorado. Pero como estamos en Chile, puede también no suceder nada de lo anterior.

Por otro lado, la historia ha demostrado que no hay nadie menos confiable que el votante sanfabianino. Situación que han vivido en carne propia numerosos candidatos, quienes han creído contar con abundantes simpatizantes, pero que a la hora de ver los resultados electorales, han visto desvanecerse en cosa de minutos su castillo de naipes. Puede que al ser una comuna pequeña, los vecinos deban necesariamente verse la cara con todos los candidatos, manifestándoles por cortesía, por temor o por oportunismo su adhesión incondicional. Pero a la hora de la votación ejercen con total autonomía su preferencia. 

La único claro por ahora es que el panorama político de San Fabián está completamente abierto y ningún candidato la tiene ganada de antemano.


Resultados Elección Consejo Constitucional / Votación por partido político en San Fabián:

Partido de la Gente: 189 votos
Partido Radical: 93 votos
Democracia Cristiana; 56 votos
PPD: 67 votos
Partido Republicano: 1600 votos
Partido Socialista: 173 votos
Partido Comunista: 176 votos
Convergencia Social: 229 votos
Revolución Democrática: 65 votos
UDI: 521 votos
Renovación Nacional: 157

Válidamente Emitidos: 3.326 (75,51%)
Votos Nulos: 857 (19,46%)
Votos en Blanco: 222 (5,04%)

Total votación: 4.405

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