Jorge Muzam
1981 fue un año particularmente inclemente en nuestro apartado San Fabián de Alico. Los grandes temporales se dejaron caer desde los primeros días de abril y no amainaron hasta agosto. Entonces no contábamos con luz eléctrica ni agua potable. Mamá, haciendo un gran esfuerzo económico, logró comprar una lamparilla a gas. Pero el gas no duraba más dos semanas pese a que se encendía menos de una hora al día. Por esta razón aquel día del tornado estábamos a oscuras. No quedaban velas ni leña seca. Un braserito encendido y una tetera hirviendo nos proporcionaban algo de calor. Las pilas de la vieja radio roja estaban tan gastadas que la señal se debilitaba a ratos hasta perderse. Entonces volvíamos a extraer las pilas para calentarlas al costado del brasero con el fin de que se recargaran otro poco.
En medio de una de estas escaramuzas con la radio fue que escuchamos que un tornado había arrasado con el centro de San Carlos. Volaron techos y ventanales y centenarios árboles de la plaza de armas fueron derribados. Imaginamos un escenario dantesco pues el locutor de la emisora era particularmente pródigo en sumar adjetivos al tenor de la tragedia. En mi mente se impuso la visión de Hiroshima tras la explosión. Pero las pilas se terminaron de agotar a los pocos minutos y quedamos sin saber qué había ocurrido exactamente con esa ciudad tan cercana.
El resto lo contó la historia.
Cerca de las diez de la mañana del 18 de mayo de 1981, se originó un tornado a 55 kms al oeste de San Carlos, pasando por el centro de la ciudad y perdiéndose 25 kilómetros al oriente, en la localidad de Cachapoal, recorriendo 80 kilómetros en tan solo 38 minutos.
Calificado como un F3 en la escala Fujita-Pearson, no existía hasta ese momento registro histórico en Chile de un fenómeno meteorológico que provocara tal nivel de devastación.
El tornado ingresó a San Carlos por lo que es actualmente la población 11 de Septiembre, para luego enfilar por el Barrio Estación, destruyendo techumbre y ventanales de la Estación. De ahí siguió avanzando hacia el centro de la ciudad, asolando numerosas viviendas, locales comerciales, el edificio municipal, el cuartel de bomberos, la plaza de armas y la tienda El Caballo. También dañó las instalaciones de la copa de agua y sobre 400 postes eléctricos fueron derribados, al igual que un número indeterminado de vehículos fueron volcados, aplastados, volaron por los aires o fueron estrellados contra otros.
La ciudad quedó sin luz eléctrica y sin agua potable por varios días, y las clases fueron suspendidas por dos semanas.
El reporte final arrojó un total de 2 fallecidos, 1 desaparecido, 323 heridos y 1.524 damnificados. Además, alrededor de 480 viviendas se vieron gravemente afectadas.
Los daños en infraestructura fueron cuantiosos y hasta el día de hoy, el recuerdo de este hecho se mantiene vivo en el inconsciente colectivo de la ciudad.
El 31 de mayo de 2013, la ciudad de San Carlos volvió a experimentar un nuevo tornado, que aunque de menor fuerza y menos devastador, volvió a encender las alarmas de la memoria de aquellos que siguen conservando intacto ese fatídico 18 de mayo de 1981.
Imágenes encontradas en la web.
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