S A N F A B I A N




Fundado en 1865 por el latifundista Fabián de la Fuente, tras desplazar a chiquillanes y pehuenches del valle de Alico. El Ministro del Interior de la época, Álvaro Covarrubias, autorizó la fundación de la Villa de San Fabián de Alico, mediante decreto fechado el 7 de diciembre de 1865. 

Fue el 22 de diciembre de 1891 cuando San Fabián de Alico se convirtió en la capital de la recién creada comuna. Perteneciente al Departamento de San Carlos, contaba dentro de su territorio a las subdelegaciones 4º Zemita (Cachapoal) y 12º San Fabián (San Fabián de Alico). Recién en el año 1976 se estableció como comuna autónoma. Desde sus comienzos el pueblo mantuvo un activo movimiento comercial, dada su condición fronteriza, vinculando las poblaciones de Neuquén y Ñuble. 

El San Fabián de fines del siglo XIX contaba con dos bodegas, cuatro baratillos, treinta expendios de bebidas alcohólicas, siete molinos, tres carpinterías, tres herrerías, cuatro tiendas de mercaderías surtidas y seis zapaterías. Un moderno periódico, “La voz de Alico”, informaba sobre los pormenores del pueblo. El comercio y la agricultura fueron históricamente los puntales del desarrollo de la comuna. Los parceleros vivieron de sus chacras y de la crianza de animales. En los fundos su cultivó el trigo y la avena. Un activo intercambio de productos entre arrieros y gauchos dinamizaron la economía durante varias décadas. Circuló el charqui, la yerba, el jabón, la grasa, los aperos. La identidad sanfabianina se impregnó de ambas culturas, del orgullo de ganarle al clima, a la montaña, al puelche, la ventisca, la sequía. En la soledad cordillerana surgieron numerosos cantores poetas que amenizaron las noches estrelladas y que agradecieron a la vida con sus tonadas junto al fogón. Nicanor y Violeta Parra, artistas de fama mundial, nacieron en Las Guardias. 

 Actualmente, San Fabián cuenta con 4 mil habitantes y una belleza natural reconocida en Chile y el extranjero. 

Los sanfabianinos aman y cuidan su pueblo. Los visitantes quedan prendados de su belleza y siempre prometen volver. 




Texto: 
Jorge Muñoz Zambrano, escritor e historiador sanfabianino.
Imágenes:
Revista RECORRIENDO SANFA