Uva verde para las ensaladas / Costumbres ancestrales de San Fabián de Alico

Jorge Muzam

Era usual en aquellos días de mi infancia que el limón escaseara en ciertos meses del año. Sumábamos nuestra lejanía de la urbe sancarlina y del mismo pueblo de San Fabián con sus escasos negocios. A veces el motivo era simple y llanamente la falta de dinero.

Pero en el campo para todo hay una o varias soluciones alternativas. Porque vivir dignamente es una regla inscrita en la constitución de nuestra identidad rural. Llegaba la hora del almuerzo. Casi siempre porotos o lentejas, a veces pantrucas, cazuela de gallina, estofado de conejo o una sabrosa sopa obligadamente vegetariana ingeniada por nuestra madre.

Y a las portentosas lechugas que arrancábamos del huerto había que aliñarlas. En ocasiones podíamos esparcirle el vinagre que quedaba de algún vino en chuico de la última trilla. Y en numerosas oportunidades, fue el ácido frescor de los racimos de uva prensados con la misma mano los que sazonaron la sabrosa ensalada familiar. Se hacía naturalmente, sin preguntar opinión, porque así se había hecho por generaciones.

Fotografía: Romina Ledesma