Cada 27 de septiembre se celebra el Día Mundial del Turismo, actividad que es reconocida por ser promotora de la economía y por poner en valor el patrimonio natural y cultural de los pueblos.
Este año no habrá posibilidades de un balance positivo. La pandemia por COVID-19 provocó una crisis profunda en todos los niveles del desarrollo turístico, afectando por igual a países emisores como receptores.
En este contexto, se abrieron nuevos espacios de intercambio y debate para evaluar todas las consecuencias habidas y por haber, o bien, para ensayar posibles soluciones o respuestas a las problemáticas analizadas.
A nivel local, el panorama parece más pesimista, o debiera serlo, ya que poco se ha avanzado en el ordenamiento de los elementos y factores que pueden llevar a San Fabián a ser denominada, con la seriedad que corresponde, como COMUNA TURÍSTICA.
En este punto cabe aclarar que no basta tener atractivos para ser una comuna turística, si con esto queremos decir que somos un "destino turístico" y estamos preparados para una mediana y creciente recepción de turistas. Tampoco basta con la alta afluencia de visitantes que hubo en el verano pasado por los eventos de alto impacto que se llevaron a cabo. Tampoco basta la exposición de la comuna a nivel de redes sociales, destacando lo lindo del paisaje. El verdadero desarrollo turístico implica tener total conocimiento de los atractivos, de la oferta y la demanda, para poder alentar y apoyar la planificación y la inversión en el sector.
En ese sentido, poco se ha sabido del Pladetur anunciado como adjudicado y la siempre deseada declaración de zona ZOIT, además, resulta más que evidente la alta rotación que ha tenido en estos últimos años el profesional que está a cargo de la unidad u oficina de turismo; eso nos lleva a seguir en un punto siempre inicial, de constante evaluación y relevamiento.
Ad portas de un cierre de ciclo de gestión, queda solicitar un compromiso más efectivo, más información y una ejecución responsable de las acciones que permitan el ordenamiento de la que probablemente sea la más rentable y sustentable posibilidad laboral para un pueblo que tiene oportunidades demasiado limitadas para su subsistencia.
De cara al futuro, solo se le puede decir al esperanzado empresario y emprendedor, al productor local y al vecino, que tenga paciencia y sobre todo conciencia que para ser COMUNA TURÍSTICA falta un buen tiempo. Por mientras, queda acogerse a las medidas de cuidado frente a la pandemia, aprovechar el FNDR adjudicado por la Cámara de Turismo para recibir a los osados visitantes que decidan aprovechar la flexibilización de restricciones.
Por su parte, a los sanfabianinos de corazón, nos tocará cuidarnos y cuidar esta tierra maravillosa, no dejar de rescatar los saberes profundos de nuestra gente y ponerlos en valor, también cuidar los espacios públicos y privados de suelo fértil, vida y diversidad.
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