Jorge Muzam
La cultura abarca todas las áreas del saber humano, de la conducta, de la forma de relacionarse, de entender el mundo, de construirlo, de soñarlo. La cultura es novedad y permanencia, lo viejo y lo nuevo enriqueciéndose de sabiduría y entusiasmo. Cada persona es en sí misma un universo cultural. La conciencia de toda esta riqueza y su preservación, constituyen el patrimonio cultural, principal base identitaria de un pueblo. El patrimonio cultural de San Fabián es tan grande y diverso, que menospreciarlo, ignorarlo o utilizarlo solo en campaña electoral es un despropósito. Artesanos, músicos, escultores, constructores, inventores, poetas, pintores, filósofos y escritores constituyen nuestra avanzada artística, esa que antepone su espíritu creador ante los avatares del destino. Pero carecemos de una visión política que los valore, proteja y difunda. No contamos con un centro cultural o un salón de eventos que sea exclusivo para los artistas locales. Menos de un museo, por lo que toda la riqueza arqueológica de nuestra comuna ha ido a parar a manos desconocidas. Nuestra biblioteca municipal, que ni espacio propio tiene, cuenta con un catálogo interesante que muy pocos consultan. Mi proposición es que debiese expandirse física y funcionalmente. Quizá trasladarla a un lugar tan apacible como el camping Las Luciérnagas, y convertirla es un amable foco irradiador de cultura, de fomento lector, en propiciadora de seminarios, de obras de teatro, de ciclos de cine y documentales. El camping Las Luciérnagas debiese transformarse en un parque comunal, bien cuidado, libre de residuos y botellas rotas. Convocar a escultores nacionales a que contribuyan con sus obras para exhibirlas en el parque. Hacer cohabitar el arte de la naturaleza y el arte humano. Los mejores artesanos, los transformadores de la materia creando belleza a los pies del Alico. Biblioteca, café literario, sala de conferencias, personas entusiastas a cargo, estacionamientos para caballos de arrieros, abrevadero para chivos, senderos naturales, murmullo del estero de piedras, rumor de puelche y bosque nativo albergando lechuzas guardianas y lagartijas solares. Y sobre todo, que siempre esté abierto.
Adormecer la cultura es contribuir a la ignorancia general y a que se perpetúen en el poder comunal los grupos que se aprovechan de esta condición.
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