Doris Duffau Urrutia y su amor por Las Ovejas (Argentina) / Notas literarias

Jorge Muzam

En su libro Porfía, la poeta chilena Doris Duffau Urrutia se refiere recurrentemente a su amor por la cordillera andina, y siempre vinculada a su necesario tramonte, a vislumbrar y vivir la belleza del otro lado, en ese mundo argentino que ella y sus ancestros sientieron siempre tan propio.

Trancribimos un poema dedicado especialmente a esta localidad del norte neuquino:


Las Ovejas (Argentina)


Argentina, hermana mayor y poderosa

de argentaria materia.

Tus largos caminos colindan

con los aun más largos caminos míos.

Estira tu mano, toma la mía,

ayúdame a cruzar los aleonados Andes.


Pueblo querido, incrustado en el vacío

incrustado en mi sangre

patria recóndita, sostenida

al borde del abismo del olvido.


Allí reina la reciedumbre,

tal porfía animó a mis ancestros

a habitar esas quebradas

donde reina el coirón sabroso

que alimenta al petróleo rojo carne.


Allí hasta las flores más hermosas

nacen de acero,

allí azota implacable desde la pampa el viento.

He andado con mis pies sedientos

por esos "pampales",

atónita me he enfrentado

a la patada aniquiladora del colosal Domuyo.

Ni siquiera tienen conciencia ustedes mismos

de sus propios valores,

sin embargo ¡Cuán verdad es!


Dos ríos hermosos y seductores

se despeñan desde el fondo al valle.

Neuquén y Nahueve, 

nombres de hombre grande, 

nombres de hombre fuerte.

Mis ojos todavía lloran por quienes

les bebieron sedientos,

mi abuelo, mi madre, mi hermano

que ahora son solo brumas en el tiempo.


Al otro lado del Nahueve,

en medio de los lomajes,

agotada, preñada de vivencias

se desangra y se derrumba en su abandono

la querida Estancia Vieja.

El fantasma de nuestro tío

seguirá allí, incansable,

arreando el viento sobre los pinares nuevos

y acariciando los álamos viejos.

Mallín Malal, el Mallín Malal argentino,

rincón amado, gallardo nombre mapuche,

en mis horas siempre

vive tu recuerdo,

recuerdo que se vuelve llaga,

recuerdo que hiere por dentro.

Me conformo, comprendo;

vivimos montados en la isla

tratando de amansarla.

Las Ovejas, tierra hermosa querida,

derrame de pasión y amor

sobre el cinturón de América...


***


Imagen: LM Neuquén


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