La fiesta de la cruz del trigo / Crónicas de San Fabián de Alico


Dedicado a Enrique Sepúlveda Pesutic

Mantener vivas las tradiciones es una forma de amar al territorio y su gente, de contribuir a la fortaleza de su identidad, de mantener firme los eslabones que unen a las generaciones, rememorar la fe de los ancestros, su esperanza, su alegría, y traspasar ese sentir a las nuevas generaciones, para que lo conozcan, sientan orgullo y lo perpetúen a través de sus propios hijos y nietos.

Esto fue lo que ocurrió el pasado sábado 2 de octubre en la ribera sur del río Ñuble. Allí, en medio de bellos lomajes sembrados, se celebró la Fiesta de la cruz del trigo. Llegaron muchas personas. La familia Sepúlveda, al menos tres generaciones de esa querida familia que ha habitado tan vastos lugares desde el siglo XIX. También gente de San Fabián de Alico y de Coihueco. Mujeres, hombres, niños, adultos mayores. Cantores, campesinos, empleados, jubilados, estudiantes, emprendedores, profesionales, extranjeros, trotamundos. La diversidad que tanto nos enriquece. Una invaluable mixtura social donde predominó un absoluto y cordial respeto entre todos.


La Fiesta de la cruz del trigo es un antiguo rito campesino que se celebra a comienzos de octubre, usualmente el día 4, y consiste en la realización de una procesión por la siembra del trigo, con cantos y rezos y acompañados por cantores populares donde se pide a San Francisco, patrón de la naturaleza, que bendiga el trigo entregándole vigor a los granos. Una cruz hecha con palos de maqui, previamente bendecida por un sacerdote, se instala al medio de la plantación, se le rocía con vino y se baila una cueca en honor al santo.


Esta fiesta, que hoy se celebra esporádicamente debido a que cada vez se siembra menos trigo en la región de Ñuble, estaba profundamente arraigada a la cultura campesina formando parte de las creencias más sentidas de los lugareños. Toda la fe y esperanza del campesinado se depositaba en esos rezos, en esos cantos y en esa cruz de maqui que se plantaba en medio del sembrado. Precisamente porque del trigo dependía en gran medida la subsistencia alimentaria. El trigo proveía el pan, la harina cruda, la harina tostada, el mote, la caña dulce, las pantrucas, las tortillas de rescoldo, las sopaipillas, el afrecho para los animales, el frangollo para los pollos.


La fiesta de la cruz del trigo, en esta versión 2021, llenó de alegría a los numerosos concurrentes. La bulla de los cantos, las guitarras y las risas se confundía a ratos con el rumor del río Ñuble y con la ventolera que se colaba entre los viejos robles. Hubo buen vino, sabrosas empanadas, y un inolvidable asado preparado por gastrónomos de la vieja escuela, esos sabios campesinos de San Fabián de Alico que perpetúan con amor y paciencia las mejores recetas ancestrales.









Jorge Muzam
San Fabián de Alico

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2 Comentarios

  1. Ha sido un gran reportaje, gracias por compartir tu mirada de cronista sabio y por rescatar nuestra cultura ancestral.
    Gracias Jorge Muñoz Zambrano.
    Muzam.
    Un honor haber participado en ésta gran "Juntada" con todos y todas.....
    Gracias por la invitación a mi querido amigo Enrique Sepúlveda Pesutic y familia.

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  2. Se me quedó fuera de mi comentario el agradecer a Lorena Ledesma, su fotografía y sabiduría para plasmar a través de su sensible lente lo que aparece en nuestras almas.

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