Jorge Muzam
Con un gran marco público se vivió la noche del sábado 19 de mayo la última jornada del Festival de la Canción Popular San Fabián 2018. Asistió un selecto público compuesto por vecinos sanfabianinos y numerosos visitantes provenientes de la región de Ñuble, Concepción y Santiago, que gustan de la música popular, la tradición de las cantoras populares, la paya, la picardía, el verseado, y que están muy atentos al rescate, difusión y perpetuación de los aspectos más puros de nuestra identidad campesina.
El Festival de la Canción Popular San Fabián 2018, corresponde a un proyecto FNDR Cultura 2017, financiado por el Gobierno Regional del Biobío, que fue proyectado para realizarse durante el verano pasado, pero debido al atraso en el envío de los fondos por parte del Gobierno Regional se tuvo que realizar en mayo, mes que finalmente se vio favorecido por el despliegue de este gran evento, cuya ficha de sonido, iluminación y artistas invitados responde a estándares internacionales de calidad.
La primera en presentarse fue la cantora popular sancarlina Irene Belmar, quien posee una vasta experiencia de 56 años cantando y difundiendo su arte, que replica una forma de vida profundamente arraigada al campo, al origen, la niñez, los padres, el primer amor, al conjunto de tradiciones populares, y que también va describiendo el paso del tiempo, historiando en versos el transcurso de vidas y épocas. Su enorme humildad y la belleza de sus canciones fue reconocida por el público a través de prolongados aplausos.
Luego vino el turno de Las Alondras, que desplegaron sobre el escenario la rotundez de un folclore maduro en voz, en guitarra, en arpa y en desplante. Sincronía perfecta de compases y colorido y donde no faltó el toque hilarante de la mano de la cantora popular Rosalba Navarrete.
Los Cantores de Chena mostraron la fuerza de la tonada, la cueca de salón, el trabajo fino de la acústica puesta al servicio del folclore.
Digno es de destacar el entusiasmo y generosidad desplegado por don Matías, personaje infaltable en las veladas folclóricas sanfabianinas, bailador de valses, corridos y cuecas, empático con el esfuerzo ajeno, preocupado por la suerte de músicos, estudiantes y funcionarios, y que de su propio bolsillo repartió refrescos, chilenitos, sopaipillas y navegados. Vaya nuestro profundo agradecimiento y reconocimiento para él, y para su acompañante, la señora Marta Jara, por el permanente empeño en mantener vivas nuestras tradiciones, así como el vigor más puro de un pueblo enmontañado.
Finalmente llegó el turno de Amanecer Campesino, conjunto chillanejo muy querido en San Fabián, que rescata el folclore gañán, la ternura y el humor del pueblo campesino. El público rió y aplaudió largamente al conjunto. Tras interpretar la última cueca, y tal como a los anteriores artistas, les fue concedido un bello reconocimiento en madera. Un reconocimiento único e irrepetible para cada artista, realizado por el artesano Manuel Henríquez, y que servirá como recuerdo de este mágico festival de música y tradición desarrollado en nuestra querida comuna de San Fabián de Alico.
Nota: Crónica y fotografía 2018.
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