Día de la Mujer en San Fabián

Berenice Toloza

Cuando las cabezas de las mujeres se juntan alrededor de “un fuego”,

nacen fuerzas , crecen magias, arden brasas que gozan, festejan, curan,

recomponen, inventan, crean, unen, desunen, entierran, dan vida, rezongan, se conduelen...

Porque cuando las cabezas de las mujeres se juntan alrededor “del fuego”

que deciden avivar con su presencia, hay fiesta, hay aquelarre, misterio, tormenta, centellas y armonía.

Como siempre. Como nunca. Como toda la vida. (Simone Seija)

Domingo 8 de marzo en San Fabián, día internacional de la mujer en el mundo, y por este lado del sur ya el bullicio del verano se ha alejado y la calma a vuelto a reinar en las calles, resguardadas por los gigantes Alico, Malalcura y Valiente.

Pero, bajo el sol dorado de la tarde, en la plaza se empieza a sentir el movimiento, se escuchan murmullos, cabelleras, faldas, voces suaves y manos fuertes.

Se han reunido un grupo de mujeres, grandes y pequeñas a cantar, gritar y soñar, invitar a un cambio, ser voz de todas e incluso de las que ya no pueden bailar. La manifestación es pacífica, alegre, risas y cánticos -ahora que estamos juntas, ahora que sí nos ven- se escucha por las calles del pueblo, se pide igualdad, respeto, ni una menos se entona, con la emoción de ser escuchadas después de siglos de silencio. Desde las casas, algunas mujeres mayores se asoman tímidamente, aplauden, sonríen, y eso es una victoria más. Al terminar la marcha, y hay abrazos y sonrisas. Todas regresan a sus hogares con el corazón llenito, porque sabemos que ya nunca más estaremos solas.

Nota: Artículo publicado originalmente en 2020.