Múltiples impactos del incendio del cerro Alico

Jorge Escalona Vera

Ingeniero en Medio Ambiente y Emprendedor Turístico

En San Fabian de Alico, provincia de Ñuble, llevamos más de una semana con un incendio que está afectando al cerro Alico. El bosque nativo que se está quemando, en su mayoría compuesto por robles, coihues, cipreses de cordillera, avellanos y arrayanes, entre otros, demorará años en recuperarse. Ya van alrededor de 200 hectáreas afectadas y el daño ecológico es incalculable.

La comunidad esta evidentemente asustada. Hay días en que el humo ha tapado todo el pueblo y el incendio amenaza casas cercanas al cerro. Adultos mayores han sido evacuados por precaución y los jóvenes intentan ayudar a bomberos, pero con impotencia ven que estos solo pueden hacer corta fuegos para que el incendio no baje a las casas. Se está quemando el cerro que nos vio crecer. Por la noche se hacen turnos para dar alerta si es que baja el fuego a las propiedades. La impotencia ya es generalizada y aumenta la psicosis de no saber qué está pasando en nuestro país.

En lo económico, las perdidas continúan. Los meses de verano son los mejores para el turismo. En mi caso toda mi planificación, meses de trabajo desarrollando actividades como tour operador y guía turístico de la comuna ya no sirve. Se han evacuado los principales camping. Se han suspendido todas las actividades de verano y se les pide a los turistas que no vengan a la comuna mientras continúe la emergencia. Los vecinos que estaban en un puesto en la feria de verano ya deben percibir sus pérdidas y debemos considerar que hay personas que con lo que ganan en la feria se mantienen todo el año. Esto se traducirá en un problema social, junto a la perdida de uno de los más importantes atractivos naturales de nuestra comuna. Además, si pudiéramos cuantificar el costo monetario del bosque nativo perdido, la suma sería estratosférica.

En lo medioambiental, la pérdida del bosque nativo que es parte de la Reserva de la Biósfera Nevados de Chillán-Laguna del Laja, demorará entre 50 y 100 años en recuperarse. Aún no termina el incendio y no se ha podido cuantificar el daño total en terreno, pero el desastre ecológico es tremendo. Seguimos perdiendo el bosque nativo y con el los reservorios de agua. El cerro quedara más seco sin materia vegetal que pueda guardar la humedad convirtiéndose en un círculo negativo que favorecerá las condiciones de riesgo de incendio. No hay políticas para su recuperación pero sí para la reforestación de pino y eucaliptus, lo que se ha vuelto un negocio millonario para las familias más poderosas de Chile.

Sobre las acciones a seguir, San Fabián debe levantarse y organizarse para abordar las distintas problemáticas a partir del desastre. Las autoridades locales deben organizar a la sociedad civil que está ansiosa de ayudar. Esta ayuda y energía debe ser bien canalizada, dejar los egos de lado, escuchar a los vecinos y trabajar por el bien común. Los funcionarios municipales deben ayudarse de los vecinos quienes muchas veces son los que manejan más conocimiento sobre las problemáticas de la comuna. La experiencia y la vida enseñan al igual que las universidades y debemos trabajar juntos.

Apenas superada la emergencia se deben reprogramar las actividades productivas. Nos quedan meses de verano y la Semana de la Montaña debe realizarse apenas se pueda. Debemos hacer difusión de las actividades incluso si son después de llegado marzo. Se podrán hacer actividades los fines de semana y prolongar la feria de verano los más posible. Busquemos la fórmula para encantar y atraer a los visitantes a nuestra comuna, sacarle el jugo a nuestra nueva plaza de armas y de una vez por toda abordar la problemática de la basura. Debemos seguir educando al visitante, necesitamos un plan de manejo de residuos sólidos domiciliarios que sea de conocimiento público, necesitamos más basureros pero no de los de madera que ya tenemos, pues cualquier perro los da vuelta y queda todo tirado.

Se deberá organizar la reforestación de las tierras quemadas, en donde la Unidad Ambiental municipal debe coordinar a los grupos ambientales escolares en donde hay trabajo avanzado. Se cuenta con el vivero comunal en donde ya hay especies en reproducción. Debemos ir paso a paso, recolectando semillas, esperando su tiempo para germinarlas y después esperando los meses y el tamaño adecuado para replantarlas. Después coordinar su cuidado y monitoreo para lo que serán importantes los trabajos que se puedan hacer con los sistemas de información geográficos (SIG) en donde CONAF ya está trabajando para dimensionar las zonas afectadas.

Se deben buscar recursos, pero debemos entender que el mayor recurso con el que podemos contar es el capital humano, los niños, los jóvenes y los sabios abuelos de nuestra comuna quienes están con toda la energía para ayudar. Las organizaciones funcionales también pueden aportar mucho, de ahí la importancia de que estemos todos coordinados trabajando para el bien común. Esto a corto y mediano plazo en nuestra localidad. Para una reflexión mucho más profunda queda el análisis de toda nuestra institucionalidad, la que fue totalmente superada o bien mostró todas sus falencias. CONAF no puede ser una entidad privada con financiamiento estatal. Nuestros bomberos necesitan más recursos para equipos, capacitaciones, seguros y todo lo que les falte. No podemos seguir fomentando la reforestación con pino y eucaliptus (decreto 701) Necesitamos que se cree el servicio de biodiversidad y áreas protegidas, que se tramita desde el 2010, y no podemos gastar millones de dólares en comprar aviones F-16 y armamento para hacer la guerra o defendernos de los mismos países que hoy nos envían sus voluntarios y equipos en nuestra ayuda. Y recuerden, a fin de año tenemos elecciones.

Esta es la humilde opinión de un ciudadano afectado de la comuna de San Fabián de Alico.

Nota: Crónica y fotografía publicada originalmente en enero de 2017.